4. Se me puede caer la moto
4. Se me puede caer la moto.
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Efectivamente. Se te puede caer la moto.
Porque las motos se caen. No hay vuelta de hoja.
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Antes o después se te va a caer la moto.
¡Que se te meta!
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De hecho hay un viejo aforismo
que divide a los moteros en dos clases:
los que se han caído y los que se van a caer.
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Pero en una salida trail es fácil comprobar
que el barro siempre es más blando que el macadam
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y que, aunque a tí no te lo parezca,
siempre vas más despacio por una pista
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que por la carretera.
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Y si cuando te caes,
te agachas a palparte las rodillas como si te dolieran,
esos,
a los que no te ha quedado más remedio que invitar a bocadillos calientes,
casi siempre te ayudarán a levantar tu moto,
que con todas las chorradas que le has puesto,
pesa un huevo,
y no la puedes levantar solo.
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