Seguir la huella
.
¡Seguir la huella!
No es enduro,
no es trial,
no es MotoGP.
El trail es la manía de algunos moteros
de recorrer caminos sin descanso.
No abrimos caminos imposibles como en el enduro,
No hacemos magia como en el trial,
No enlazamos curvas
inclinando la moto en el asfalto hasta el límite.
Recorrer los caminos que otros han trazado,
-
Seguir la huella-
hasta más allá del horizonte…
.
sin descanso, solo o en compañía,
día y noche.-
.
¡Eso es el trail!
En esta ocasión
amigos de diversas procedencias
nos juntamos para recorrer
los caminos de Castilla y León.
Unos salían del verde norte asturiano
Otros de la isla de asfalto de Madrid
Para juntarnos en el norte de Castilla.
Pasé la cordillera por la tarde
siguendo las huellas que marcaron otros.
Y llegué, pasando entre caminos de montañas,
.
.
al embalse de Riaño
Mas tarde, en las llanuras castellanas
recorrí, con las últimas luces del día,
los caminos que me indicó Josafrik:
una recta hacia el sur de más de 60 km de larga.
.
.
Camino de trashumancia.
.
.
Es un viejo camino de uña y herradura,
pista de servicio agrícola y maderero,
que ahora cabalgo en un caballo de hierro.
¡Gracias Josafrik.!
.
.
En las montañas encontré cabañas de pastores
expuestas para los turistas.
En Guardo crucé los caminos de hierro
sin encontrar barreras.
Segui mi ruta rumbo al sur.
.
Sin descanso.
.
.
Día y noche.
.
¡Esto es trail!
.
.
.
.
.
Tras pernoctar en Carrión de los Condes
al día siguiente estamos dispuestos
para rodar juntos.
Guillermo, Miguel, Luis, Santi y yo.
El Carrión visitamos la iglesia de Santiago
para ver su magnífico pórtico
en el que apreciamos una bella imagen
que nos llama poderosamente la atención.
.
Una bailarina hace malabarismos
contorneándose al son de los músicos
que no pueden dejar de mirarla.
Un poco más allá otro protagonista
se tapa la cara un poco avergonzado.
Los infinitos caminos castellanos son nuestros.
En ellos nos citamos con la historia,
siguiendo las huellas de nuestros antepasados:
Visitamos la villa romana de Quintanilla de la Cueza
Nuestra ruta nos lleva hasta la torre mudéjar
de la iglesia del pueblo deshabitado de Villacreces.
También visitamos el ábside de la iglesia
de Santo Tomás en Arenillas de Valderaduey.
Y la Piedra del milagro de Vega de Ruiponce
La piedra del milagro es una mole de cuarcita,
mineral inexistente en la zona,
de media tonelada de peso que encierra una leyenda:
“unos arrieros fueron acusados de robar aceite de la ermita del Cristo y,
al negarlo, juraron que no era cierto y que, si lo fuera,
se despanzurrara su buey. Al momento se desprendió,
convertida en piedra, la panza del animal.
Lo cierto es que se trata de una pieza, de media tonelada de peso,
cuya composición no se encuentra en Tierra de Campos.”