Aunque con un poco de retraso por falta de tiempo
os voy a contar algunas cosas de la ruta trail del fin de verano de 2008,
la del cordero a la estaca, que otros no han querido contar.
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¡No creais que las rutas trail se improvisan!.
Es necesario planificar previamente con Google earth,
meter datos en el llevar las cosas bien organizadas.
Si es necesario, por cada dos traileros, uno que sea de la organización:
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La víspera mandamos a Caleya a señalizar la ruta
para que ponga flechas en todo el recorrido que debemos seguir.
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- Caleya: ¿Y de qué color pongo las flechas?
- La organización: Del que quieras, joder. Mismamente del de tu jersey.
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Tras las primeras pistas, idas y venidas por La Belga y La Barganiza
Chus 4×4 necesita un cambio.
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Ya ha visto cierto peligro en las pistas “fáciles” de Fran
y se protege con un “Protektorenjacke”
que es como los rudos moteros llaman al canesú motero.
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Y es que, como dice el refrán:
“Detrás de un gran motero, siempre hay una gran mujer” . -
¿O era dentro del motero? .
No me acuerdo muy bien.
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Todas las crónicas trail
ponen a los moteros parados con cara de pavo
en un camino de cabras sobre su montura.
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Pero eso se va a acabar. Esta crónica será distinta.
Porque estos traileros avanzan.
Nada los detiene.
Nada de caras de pavo:
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El que seamos rudos moteros
y que seamos capaces de escupir en marcha con el casco puesto,
no excluye la sana camaradaría entre nosotros.
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Por eso nos detenemos a ayudar a los que tienen problemas,
aunque sean de la organización, ¡pobres!.
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Los moteros del trail hacen rutas “por lo marrón”.
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Si las rutas son muy, muy, muy malas,
vuelven de la ruta “con lo marrón” puesto, por fuera,
y algunos …, no diremos quiénes, por dentro.
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Lo marrón está en el campo.
El campo es eso que hay a las afueras de las ciudades.
En el campo están las vacas y los árboles,
que es lo que ven los moteros del trail
cuando no miran lo marrón.
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Esto es un árbol trail,
del campo trail,
del marrón trail.
¿Me vais siguiendo? . ¿Sí?
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- Pues como en el trail, que unos van siguiendo a otros.
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Algunas rutas por las que anduvimos
ya estaban señalizadas por un tal Santiago
desde hace mucho tiempo.
Caleya le está muy agradecido,
porque evitó tener que poner muchas más flechas.
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Y ahora un aviso:
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¡Que estos tíos del trail no os cuenten
más fantasmadas sobre las dificultades, charcos y pedruscos del Pico Polio.!
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El otro día, como estabamos sin desayunar,
nos daba el olor del cordero a la estaca,
y se corrío la voz de que no había cordero para todos,
recorrimos el Pico Polio y el cordal de Urbiés
en doce minutos, quince segundos y dos décimas.
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Eso sí, sin mirar pa los laos ni una vez.
Una foto … y a correr.
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De camino aprendimos que el campo
no solo tiene árboles y vacas,
y descubrimos el lugar donde se rodó Heidi.
Esta es la cabaña de Pedro.
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También vimos cosas extraordinarias que claman al cielo en pleno siglo XXI.
Un camión sin ruedas sujetado por caballos.
Un ejemplo alucinante de maltrato animal innecesario.
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La organización ya está tomando cartas en el asunto,
y va a denunciar al caballo gandul que aparece por la izquierda
por no colaborar con los demás.
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En Casa Migio habíamos quedado a las tres.
Pero los moteros del trail nunca llegan puntuales
para no parecer afeminados.
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Allí nos encontramos con el sector trail-leonés
que naturalmente también había llegado tarde: Arti, Jose y Tero.
Pero naturalmente, llegaron un poquito antes que los asturianos.
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El estrechamiento de los lazos entre León y Asturias
se fue logrando por medio de:
saludos y cervezas,
charla y cervezas,
discusiones y cervezas,
canciones y cervezas,
abrazos y cervezas ….
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Y nos dieron las cuatro esperando el cordero,
porque yo creo que los que despellejan, trinchan y asan el cordero a la estaca
deben ser todavía menos afeminados que los moteros
y desde luego… mucho más chulos que nosotros.
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Por si acaso nos daban gato por liebre, hip,
después del estrechamiento de lazos asturleoneses, hip,
me pasé por el asador, hip,
a ver si todo estaba en orden.
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Esto es lo que ví, y me pareció que efectivamente, hip,
tras los estrechos lazos estaba todo en orden: ¡hips!
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La comida fue fantástica para todos,
excepto para el cordero claro.
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Pero la sorpresa del día,
qué digo yo, de la semana,
bueno del mes,
e incluso del año,
y no me duelen prendas por decirlo, del siglo,
nos la dió Arti.
Arti, muy emocionado,
nos contó lo importante que son para él los MoterosAstures,
lo mucho que significan,
y que para celebrarlo nos invitaba al cordero a la estaca
a todos los presentes, excepto al cordero a la estaca
que ya no estaba presente.
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Con su discurso, Arti nos dejó sin palabras
y no pudimos rechazar la invitación.
Aquí se le ve, alegre y emocionado, firmando el cheque.
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Y aquí haciendo entrega del cheque al maitre,
que por su importe parecía que este cordero
hubiera sido el protagonista principal del rodaje de Heidi.
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Pero ante la sorpresa de los presentes,
excepto del cordero a la estaca que ya no estaba presente,
Arti aún fue más allá.
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Y dijo que pensaba invitar a todos los moteros astures
en todas las kedadas a las que asistiera de ahora en adelante.
Tan excelsas palabras confirmaron lo que todos pensábamos ya de Arti:
no solo es un hombre bueno,
sino que es el futuro hombre clave de nuestra organización.
¡¡Gracias Arti!!
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Nunca olvidaremos sus promesas.
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Desde entonces, la organización trail está muy ilusionada
por el incremento repentino de los asistentes a las kedadas del sector trail,
que no dejan de preguntarles:
- Por cierto, ¿viene Arti?
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Pero la jornada no acaba ahí.
Nuevas emociones nos esperan como la de perder a Jandro por el camino,
ya que enfila para Gijón sin avisar, solo porque le entra sueño.
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Joder… También nos entraba sueño a nosotros y subimos Pajares.
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¿¡Acaso somos unas nenazas para irnos a casa a dormir!?
De hecho Fran y Arti subieron Pajares durmiendo.
Pero los jodíos corren más que yo despierto. No los pude alcanzar.
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En Pajares, una vez despiertos hablamos un poco de motos.
Pero solo de las motos trail,
sin dejarnos impresionar por las exibiciones de las RR
haciendo aceleradas y cortes del encendido en la recta del alto de Pajares.
Eso lo hace cualquiera. ¡¡Bah!!
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A nosotros lo que nos impresionan son las rutas por las cumbres de lo marrón.
Así que a las siete de la tarde nos despedimos de Arti, Jose y Tero,
y nos fuimos Fran y yo a hacer más pistas fáciles
que no sabemos donde terminan,
a ver si hoy nos despeñamos definitivamente,
o nos perdemos por esos andurriales en una noche cerrada
y así tienen que venir a buscarnos.
¡Qué emocionante!
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Cogemos unas pistas que conoce Fran en el culo del mundo
y nos encontramos a un viejo amigo del motero:
el mastín leonés cabreado.
Como no podemos agacharnos
a por una piedra de suficiente tamaño sin que nos muerda,
con dulces palabras le hablamos
de la eterna amistad del hombre con el perro, hasta que se calma.
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En el momento que el perro duda sobre lo que le hemos dicho,
aprovechamos para salir zumbando.
¡Coño, esta vez hemos estado convincentes sin la piedra!
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El sol ya se ha puesto, pero los caminos prometen…
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Fran se adentra montaña arriba.
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Descubrimos un valle feliz.
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Hacemos la típica foto de los pavos en su montura,
el espejito, la cámara, etc, etc.
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A ambos lados, entre roquedos grises y laderas boscosas,
podemos ver corzos, rebecos, osos, lobos y hasta dos venaos.
Mirad con atención…
Aquí ya se puede ver uno de los “venaos” monte arriba.
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Desde arriba dominamos la vista del valle:
¡es impresionante!.
¿Dónde están las RR?
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Oimos una vocecita: “Las únicas motos decentes son las trail”.
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Aquí está el otro “venao”, que parece como “extasiao”.
- No se cree que haya podido subir hasta aquí por aquellos pedregales
botando por encima de los morrillos.
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Desde aquí ya divisamos nuestro objetivo en el alto de la montaña.
Pero antes queremos rendir un homenaje a las vacas trail:
- ¡¡Ostia muuu.!! ¿Qué hacen estos tíos por aquí?
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- Yo a lo mío, que estos tíos no me van a dar de merendar.
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Seguro que muchos conoceis esta cumbre,
desde otro punto de vista.
Se admiten apuestas. Paga Arti claro.
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Aunque en esta situación,
lo peor para remontar la cumbre no es el desnivel,
ni la grava suelta que hace derrapar la rueda trasera en parado,
sino toda la familia de mastines cabreados que nos salen al encuentro.
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Deben ser mas de doscientos o trescientos mastines.
Si os fijais en la foto los veis. Era ya casi de noche.
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Fran me corrige:
