Rumbo a la cordillera

Rumbo a la cordillera

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Una de las cosas más divertidas para un niño es jugar.

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Y para un trailero asturiano…

¡es poner rumbo a la cordillera!

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Si además la atraviesas por uno de los puertos más bonitos

por el que puedes salir de Asturias como es el de Vegarada

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aún puede resultar más divertido.

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Eso hicimos cinco amigos

que pusimos rumbo al sur

para jugar un poco dando un rule por la cordillera.

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Euge hará de guía en esta zona

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Rubén pondrá a prueba su nueva moto y sus alforjas.

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Clifden y Miguel sacarán a pasear sus Hondas y Yamahas.

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En el alto del puerto, en la divisoria entre Asturias y León

Euge nos muestra algo que hasta ahora,

a pesar de las veces que habíamos pasado por aquí,

nos había pasado desapercibido.

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El interés por el nuevo descubrimiento

nos hace desmontar y subir un buen repecho

para ver algunos de los restos de la Guerra civil

que jalonan estas cumbres.

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Nos adentramos a curiosear entre trincheras y blocaos,

sintiendo una rara sensación

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por lo que significan estas construcciones.

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Desde sus troneras se puede dominar todo el valle.

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Aunque hayan pasado más de 70 años desde entonces

sobrecoge pensar lo que pudieron sentir unos y otros al enfrentarse.

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En el interior perduran algunos atisbos de la vida cotidiana de sus ocupantes.

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En el puerto hay una antigua venta para los arrieros y viajeros

que cruzaban el puerto, hoy cerrada.

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Miguel encuentra en estos parajes un Rocinante

con el que vivir nuevas aventuras.

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Bajamos el puerto en su vertiente leonesa

recorriendo las orillas del Curueño.-

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Buscamos por estos pueblos

los atajos que nos permitan adentrarnos

en alguno de estos imponentes macizos de caliza.

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Algunos accesos solo tienen vallas ganaderas,

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pero otros están prohibidos o están impracticables.

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Como no vamos a empezar una guerra civil por eso,

no nos queda más remedio que renunciar

y buscar más adelante aquellas rutas que nos gustan.

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Y así dimos con el paso más bonito

que nos pudo llevar a Nocedo de Curueño.

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Estamos de excursión, vale,

pero en Boñar se empeñan en llamar a las cosas por su nombre.

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Así que nos proponemos buscar rutas por lugares más bonitos,

cosa que en León no entraña ninguna dificultad.

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Y atravesando sierras desde La Vecilla…

Primero hacia el oeste… ¡fijaos en la sombra!

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Cruzando varias sierras… ¡yendo por la sombra!

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con mucho cuidado, para no acabar mal, antes de tiempo…

¡en el mundo de las sombras!

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Aún confundiendo cortafuegos con caminos…

¡incluso sin sombras!

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Para enfilar al sur según la sombra

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y llegar a La Robla.

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La Robla del ¡León solo! 

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¡Esto me asombra!

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Un poco más al sur

paramos en Casa Maragato,

donde comerás muy bien

sin querer plato.

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¡¡Cosa que asombra!!!

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Y aunque todavía no sé

si rodamos o jugamos,

me parece que no ví el peligro por ninguna parte.