Siste viator. Homenaje a Xosenel

SISTE VIATOR. Homenaje a Xosenel


Hace unos años siete amigos

Xosenel, Euge, Fraile, Atila, JLA, Fran y yo,

recorrimos la cañada real leonesa en un viaje inolvidable.


Aquel fue una de mis primeras experiencias

viajando a lomos de estos modernos caballos de hierro,

nuestras motos.


Ahora, que han pasado diez años como nada,

que mi querido amigo Xosenel

se ha marchado de ruta para siempre,

quiero recordar el valor que tuvo

para todos los que compartimos con él

el viaje en la cañada.

Y como aquella vez, en tantas otras

en que estuvo con nosotros.


Por ello, le dedico este poema

escrito en nombre de los que le conocieron,

porque para todos fue amigo generoso,

maestro, mentor y compañero,

que nos entregó siempre

todo lo que tuvo entre sus manos.

 

Por eso, tras la triste noticia,

en aquella noche aciaga

en que las lágrimas

solo podían anegarme en su recuerdo,

escribí estas letras recordando

aquella estela que hallamos en medio de la nada 

que bien podría estar dedicada a su memoria.


Si lees primero el relato

del sexto día de  aquel viaje,

“Arrieros del siglo XXI”

comprenderás mejor

el porqué de estas letras

que dedico en su memoria.





 

Conocí a Xosenel allá por el dos mil ocho

y desde el primer día se mostró conmigo

tal como era.

Esta es la crónica que escribí aquel día…



El día que conocí a Xosenel

 

Un  domingo cualquiera del dos mil ocho,

mientras otros honorables miembros de diversos foros

se ponían melancólicos viendo la monotonía de la lluvia tras los cristales.

Xosenel y yo, que todavía no nos conocíamos personalmente

decidimos ir a ver si las catastróficas predicciones meteorológicas

se cumplían y realmente el “cielo se desplomaba sobre nuestras cabezas”.


A las diez y media de un domingo,

dos desconocidos moteros, Xosenel y Rodrigo,

nos encontramos en la gasolinera.




¿Pero qué hacemos aquí, si está nevando en la autopista?


Un poco acobardados por las vistas nevadas de los alrededores

declinamos abordar cualquier excursión hacia  la cordillera porque,

siguendo las recomendaciones de la DGT,

no llevábamos cadenas.


Me dijo Xosenel:

Rodaremos por los alrededores de Oviedo

que hay muchas pistas de grava sin especiales complicaciones.


Allá vamos pues, le dije, para no parecer menos.


Para el que no lo sepa, Xosenel era un viejo amigo de diversos foros,

que cuando vio que los traileros nos poníamos divinos

sobre si las excursiones que hacíamos rayaban el enduro,

con una sola salida nos demostró que lo nuestro era el trail ligero.


Por entonces, Xosenel ya era famoso

entre los moteros

porque entre sus pretensiones

siempre estaba la de tirarnos  a algún río.

En aquellas ocasiones no podíamos evitar ver de cerca

las piedras del fondo de los arroyos o de los mares por los que pasábamos.


Pero aquel día prometía ser distinto,

solo íbamos dos moteros

a recorrer pistas fáciles,

algunos charcos y poco más.


Tras las primeras pistas fáciles de grava,

Xosenel me da la primera sorpresa:       

Voy a meterme por un camino que enlaza con esta pista que llevamos.       

Tú me coges un poco más adelante,

ya que, no llevando tacos, lo vas a tener peor para pasar.

 

Y yo, que andaba mirando a ver por donde estaba el camino,

le ví arremeter y penetrar un infranqueable muro verde.

- Joder, si ahí no hay camino.


No hay foto porque no pudo haber foto.

Fue …      ¡una sorpresa!.


Con total tranquilidad Xosenel me dice

que hay que hacerlo de vez en cuando

para que los caminos no desaparezcan

comidos por la vegetación.

¡Joder con Xosenel!


Las pistas de grava que hay entre Pruvia y Llanera son interminables.

Enlazamos unas y otras sin dificultad.

Predomina la grava, pero también hay tramos de barro, grandes charcos,

y tramos verdes de caminos poco transitados

en los que la moto se me va para todos los lados sin control.


Pero no me importa,

si contribuyo a que los caminos tradicionales no desaparezcan

comidos por la vegetación, como dice Xosenel.


Pasada la grava,

los charcos,

la hierba

y el barro,

encontramos el paraíso de los moteros del trail.


Una antigua cantera abandonada.

Un campo de entrenamiento gratuito y cercano.

Grandes extensiones de barro, con ondulaciones,

saltos, taludes, y curvas en desnivel.


Ideal para estrellarse sin control.

Gratis, todo incluido.

Unas pasaditas suaves y la foto.



Pero aún hay más.

De la cantera salen seis o siete tramos de pistas

con un palmo de profundidad de grava suelta.

Ideales “pa rematase” si no lo has hecho antes.


Xosenel me hace una demostración

de cómo subir una de esas pendientes de grava.

Para subir hay que coger carrera en sentido contrario

y girar 360 grados a toda hostia en un talud semicircular

que parece un circo romano.

Todo ello, sin caerse, para meter segunda

y tener suficiente inercia para remontar la pendiente.


Xosenel corona sin dificultad. Dice que es la pendiente mas fácil.

OK,  le digo,

yo lo dejaré para otra ocasión,

que hoy no tengo inspiración.

 

Remontamos pistas hasta un área recreativa,

en la que solo encontramos a un tipo paseando huskys.

El gran éxito de esta área para pasear huskys

creemos que se debe al famoso manto blanco o relente norteño,



tan incómodo en invierno para las personas,

pero tan agradable para los jodíos huskys.



A esas alturas de la ruta, en la que casi no llovió,

porque nevaba de cojones,

y por lo tanto no veíamos un pijo por la pantalla del casco,

me he dí cuenta que “Xosenel”,

el nick de Jose Manuel (Jose) en el foro,

no es un nombre compuesto, sino su nombre incompleto.


Rápidamente llegué a la conclusión de que Xosenel

solo es la primera parte del nombre de Jose en asturiano.

Y que se completa en cada momento

con el paisaje que lo circunda cuando anda en moto:

Xosenelbarro,

Xosenelcharco,

Xosenlagrava,

Xosenlacuesta,

Xosenlanieve,

y así hasta donde se os ocurra que pueda pasar una moto.

 

Como me esperó en todos los cruces,

me resultó imposible escabullirme

y evitar los grandes peligros por los que me metió

por llamarse como se llama.


¡Qué le vamos  a hacer! Así que por donde iba él, iba yo.




Solo el fondo de los valles se encuentraba libre de la nieve.




Aquí tenéis la prueba de lo que os digo.

Xosenel está esperándome. Ved cómo sonríe.



Y me dice:

“Aquí había un camino”.


Yo no veo camino.


“Esto era un bosque de eucaliptos”.

 

No queda ni un eucalipto en pie. -


Y lo peor de todo.  Dice …:

“Este es el punto de no retorno.

Si pasamos de aquí, no podremos dar la vuelta

y habremos de seguir hacia delante esté como esté el camino”.




Yo pensé que no allí no había ningún camino,

que era un cortafuegos salvaje

y que nos íbamos a despeñar.


Y en ese momento,

debido al frío,

y a la postura un poco forzada en plena cuesta,

se me soltó la mano del freno delantero,

el trasero no me sujetó lo suficiente,

y empecé a deslizarme por el tobogán

dando cabezazos al mismo ritmo que los botes de la moto

debido a las ramas de eucaliptos que estaban atravesadas por doquier.


Esa era la señal de asentimiento que esperaba Xosenel,

que arreó su moto precipicio abajo.


El ruido de los motores ahogó mis gritos de auxilio.

No me quedó más remedio que dejarme llevar por la gravedad.

Afortunadamente la gravedad nos ayudó a pasar

estos tragos malos más rápidamente.


Pero también nos jugó alguna mala pasada.

A unos …



Y a otros…

Observad cómo la gravedad lateral,

los troncos de eucaliptos,

el barro y la lluvia hicieron de las suyas…



Pero… ¡Ay, amigos!.     

¡Qué pasa cuando a Xosenel se le juntan

      la grava,

      los charcos,

      el barro,

      la cuesta

     y la nieve todo junto!


A él nada, señores.

Pero a algunas motos sí.




Con buen humor,

(estábamos debajo de un cable

del tendido eléctrico en plena tormenta),

con agua y barro hasta las rodillas,

luchamos para sacarla de las heladas arenas movedizas

que formaron el barro, la nieve, el charco, la grava y algunas ramas.


Buen trabajo nos costó,

ya que la cadena estaba trabada con las piedras.


Cuando logramos desatascarla

comprobamos que el embrague,

quizá del sobreesfuerzo, no funcionaba.

Hubimos de dejarla en el camino

y esperar a que Fran, viejo colega de Xosenel,

viniera a remolcarla.




Aquel día deseé que Xosenel

no se cambiara el nombre nunca

y que quisiera seguir compartiendo

espléndidos días con nosotros.


¡¡¡¡Aunque haga bueno!!!.




Once años compartiendo buenos momentos



Afortunadamente a Xosenel

nunca le importó el tiempo que hiciera

para salir con sus amigos en moto.


Y así, he podido disfrutar con él

y con otros compañeros

en numerososas rutas:

La Cañada Real Leonesa

La Transportugal

La Tinetensis,

La Occidentrail

La Ruta de Doña Jimena,

La ruta de la Pitanza, 

y tantas otras …

y también las numerosas quedadas,

Xuntanzas y concentraciones de este y otros foros.

 


A modo de agradecimiento…


En la Xuntanza del foro del Africa Twin del 2018,

organizada por Alberto (Africastur),





tuvimos ocasión de estar junto a Xosenel y Belén

unos cuantos amigos.




En una de las veladas nocturnas

tuvimos la oportunidad

de agradecer a Belén, a Román y a Xosenel

su constante generosidad con todos los que les conocemos

así que les preparamos una sorpresa…

Y esto es, más o menos, lo que contamos…

 

I. El nombre de Xosenel

 

Xosenel es un motero, al que me imagino que todos conocéis,

 

 

Porque todos los que andan en moto acaban conociendo a Xosenel.

 

Unos porque se encuentran con Xosenel,

Otros porque Xosenel los encuentra a ellos.

 

A mí me encontró Xosenel un desapacible día de invierno

en que caían chuzos de punta, con frío y nieve incluida, 

en el que quedamos por primera vez para dar un paseo en moto.

 

 

Aquel día Xosenel me llevó bajo la nieve por toda clase de

 

Barrizales

 

 

Pistas impenetrables

 

 

 

 y cuestas imposibles

 

 

 

Con aquella salida llegué a la conclusión de que

 

en el nombre de Xosenel está el concepto.

 

Dicen que Xosenel es el nombre en asturiano de Jose Manuel (Jose), 

Pero en realidad el nombre de Xosenel

es lo que hace Xosenel en cada momento que anda en moto…


Xosenelbarro,

 

Xosenelprao,

 

Xosenlaspiedras


Xosenloscharcos,


Xosenelmonte,


Xoseneldesierto,


Así que, ya sabeis,

a Xosenel le va la marcha…

Porque en el nombre de Xosenel está el concepto.



II. La llamada de Xosenel

 

 

Algo que debéis saber cuanto antes.

 

es cómo consigue Xosenel que lo sigáis

 

cuando anda por esos sitios,

 

para que toméis la mejor decisión posible:

 

seguirlo o no seguirlo

 

 

 

Os advierto una cosa:

 

Xosenel es el mejor compañero

que podéis tener yendo en moto

 

 

es decidido,

es generoso,

os transmite seguridad,

tiene muchísima experiencia

y siempre os echará una mano en las dificultades.  

 

Pero sabiendo que … en su nombre está el concepto.

 

¡Cuidadito cuando vayáis con Xosenel!

 

 

 

¿Cómo consigue que lo sigáis

cuando él ya sabe

que os vais a tirar por un precipicio?

 

 

¡¡¡¡¡No esa foto no la pongas!!!

 

Xosenel utiliza otros métodos…

 

 

Os dirá frases como estas:

 

Esa ruta no tiene dificultad ninguna o

 

Esa ruta ya la hice yo con la Kangoo.

 

 

Es la forma que tiene de convenceros

 

para que consigáis hacer en moto cosas que ni os imaginabais.

 

 

 

Normalmente, Xosenel va en cabeza,

Y solo veis de él un punto en el horizonte

 

 

 

 

Cuando pasa por algún lugar que parece fácil,

Por ejemplo, un vadeo sin importancia

 

te espera al otro lado

y te dice con voz convincente:   

“Por ahí “pué pasase”.

 

 

¡¡¡¡Pues date por jodido!!!

 

Desde el otro lado te ha tocado tu espíritu inconsciente y aventurero

 

Haciéndote creer  que lo que es fácil para Xosenel,

 

es fácil para todo el mundo.

 

Aquí lo vemos cruzando un río de cualquier lugar del mundo.

Fijaos en cómo cruza. Ni se inmuta.

Ya os ha engañado. Parece fácil, pero no lo es.

Aquí tenéis las pruebas….

Te mojarás hasta las trancas,

se te calará la moto

y tendrás que salir del agua como puedas.

 

 

 

El caso es que con estos trucos,

Xosenel logra que el viaje siga adelante,

Que tú venzas tus miedos

Y que andes mejor en moto,

Por sitios que te parecerían inimaginables.

 

 

Aunque él también se tenga que mojar,

de vez en cuando.

 

 

Gracias Xosenel.

 


 

 

III. Otros trucos que tiene preparados

 

Xosenel es capaz de reparar en cualquier circunstancia

la moto con la que viaja.

 

Lo he visto cambiar ruedas,

 

 

desmontar y montar motos en ruta,

 

reparar con bridas un motor rajado, …

 

 

 

Esto lo comprobamos Blanca y yo cuando,

en pleno viaje con Belén y Xosenel,

 

 

tuvimos que cambiar los rodamientos destrozados

de la rueda trasera de la Africa Twin en Sahagún.

 

 

 

Allí puso en práctica un truco

que tiene a medias con Sebito,

 

 

 

que yo he creído hasta hace poco que lo tenían preparado.

 

Siendo un día festivo, logramos que nos abrieran

un taller agrícola en Sahagún.

 

Allí una señora en rulos nos preguntó desde un primer piso

qué referencia de rodamientos necesitábamos.


 

Xosenel cogió el teléfono y llamó a Sebito.

 

 

Sebito le cantó de memoria por teléfono

las referencias de los rodamientos.

La señora de los rulos los buscó en el taller y nos los entregó.

 

Xosenel, con un mazo y un hierro en punta

 

 

 

cambió los rodamientos en la misma calle.

 

Fin de la historia. El viaje puede continuar sin novedad.

 

 

Siempre me he creído que esto lo tenían preparado

Eusebio y Xosenel para impresionarme

porque me parecía imposible,

 

no solo que alguien cambiara los rodamientos en plena calle,

sino que alguien se supiera de memoria

las referencias de las piezas de una moto.

 

Pero no. Hace poco comprobé

que aquello no era un truco preparado,

porque Sebito se sabe todas las referencias de la Africa Twin.

 

Y si no lo creeis, la proxima vez que lo veais,

preguntadle cuáles son las referencias

de los rodamientos traseros de la Africa Twin.

 

Y Eusebio (Sebito) os responderá sin ninguna duda.

 



IV. Con Xosenel puedes ir a cualquier sitio

 

En fin, que con Xosenel puedes ir a cualquier sitio

 

Por ejemplo, a una u otra de las rutas

De la Xuntanza

 

 

 

Que nos prepara Jorge, el gran BigTwin

 

 

porque Xosenel sabe hacer muchas cosas:

 

sabe tomar el sol como una lagartija

 

 

sabe cómo se acuna una botella

 

-

cómo se usan los intercomunicadores “fru frú”

 

 

Te dará un biberón cuando haga falta

 

 

Será el insustituible soporte de todos los viajeros

 

 

y por fin, te orientará sobre cómo colocar

cinco raciones de pulpo

sin que te revienten las costuras.

 

 

 

 

IV. Noreña, el centro del mundo motero

 

Antes os he dicho que Xosenel es generoso.

 

Es la persona más generosa que conozco.

 

Esta historia os la puede contar con pocas variaciones

cualquier motero de Asturias o del resto del mundo.

 

- Oye, Jose, tengo un problema con la moto y no sé cómo arreglarlo.

 

Y Xosenel te dice:

“Pues pasa por mi casa”.

 

Y tu vas a su casa, a Noreña

 

porque allí vive Xosenel con Belén y con Román.

a ver si solucionas el problema.

 

 

 

Y Xosenel te va a solucionar el problema,

ya sea poner el tornillo que te falta

o montar la moto entera

y hacer que ande de nuevo.

 

Esto le ha pasado a decenas de compañeros

a los que Xosenel les ha echado una mano

 

Entonces conoces a Belén y a Román,

que dejan de estar con Xosenel por tu puñetera moto.

 

 


 

En casa de Belén y Xosenel

la cosa funciona de la siguiente manera.

 

Xosenel te dice que vayas mañana a las nueve un día de fiesta.

 

Y tú vas a las diez y media

para que tenga tiempo de desayunar con su familia.

 

Entonces Xosenel se pone con tu moto

 

 

y a eso de las dos de la tarde,

Belén,

 

 

que es de la organización …

 

 

te dice que subáis a comer.

Y Xosenel sigue con tu moto y tú callao.

 

A las tres, Belén te dice que va a comer con Román.

 

Y Xosenel sigue con tu moto y tú callao.

 

A las nueve de la noche, Belén os dice que vayáis a cenar.

 

Y Xosenel sigue con tu moto y tú callao.

 

A las diez, Belén te dice que cena con Román.

 

 

Xosenel sigue con tu moto y tú callao.

 

A eso de las dos o las tres de la mañana,

cuando tú ya no eres capaz de distinguir una tuerca de un tornillo,

Xosenel gira la llave y tu moto arranca.

 

 

Entonces subes a la cocina

y te zampas de un golpe

la comida, la merienda, la cena y el desayuno

 

y eres feliz gracias a Belén, a Román  y a Xosenel.

 

 

Y como nunca se lo agradecemos bastante y

 

Y como esta historia la podemos contar muchos moteros,

aquella noche quisimos darles las gracias a

Belén, a Román y a Xosenel.

 

 

 

Y allí les dimos un gran aplauso para ellos.

De esos que acaban doliéndote las manos.

 

Y como recuerdo de aquella noche

les entregamos un pequeño detallín.

 

 

Queríamos entregarles algo relacionado con las motos…

 

Pero como Xosenel ya tenía varias motos…

 

y todo lo necesario relacionado con las motos…

 

Y también nos gustaría que les fuera útil a los tres,

a Belén, a Román y a Xosenel …

 

 

Les preparamos algo con nuestras propias manos,

tal como él mismo hacía con nuestras motos…

 

-       Que tiene manillar y no es una moto…

 

-       Que tiene dos ruedas y no es una moto…

 

-       Que tiene un depósito de 20 litros y no es una moto…

 

-       Que tiene un tubarro en condiciones y no es una moto…

 

-       Que tiene un indicador de marchas y no es una moto…

 

-       Que tiene los colores de una Africa Twin…


-        Y no es una Africa Twin.

 









 

O sea, un gallinero...


 

 

Para que Belén, Román y Xosenel

disfruten de los huevos de sus gallinas

antes y después de sus rutas en moto

con sus amigos.

 

 

 

 

 









 


¡Gracias XOSENEL!

 

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